Cedro

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lunes, 7 de agosto de 2017

El vestido de la reina

Existió un famoso sastre, que confeccionaba los mejores trajes y vestidos, para la realeza, y cortesanos del reino.

Un comerciante, le ofreció el tejido más bello, que nunca había visto, y el sastre lo compró, para elaborar el vestido más elegante y hermoso, que jamás hubiera llevado la reina.

Afanándose en su trabajo, se propuso crear la obra maestra de su vida, y así durante muchos días, estuvo cortando, cosiendo y componiendo el vestido, hasta que una vez terminado, fue a pedir audiencia a la reina para mostrárselo.

La reina al verlo, dijo:

¡Es el vestido más horrendo que he visto en mi vida, apártalo de mi vista!

El sastre, desilusionado, se retiró con el vestido, siendo el hazmerreír de la corte, y viendo como su fama menguaba hasta el punto, que ya nadie le encargaba trajes ni vestidos.

Un día, el sastre fue a consultar con un gran sabio lo que le estaba ocurriendo, y el erudito, le aconsejó lo siguiente:

Coge el vestido, desármalo, vuelve a coserlo, y se lo presentas a la reina.

Y así lo hizo el sastre, de nuevo ante la reina con el vestido, ésta exclamó:

¡Qué maravilla de vestido! Me lo quedo y serás recompensado por ello.

El sastre sin comprender nada, fue otra vez ante el sabio y le preguntó por qué en esta ocasión a la reina le había gustado el vestido, cuando era el mismo de la otra vez. Y el sabio repuso:

Es el mismo vestido, pero el primero lo hiciste con orgullo, y el segundo, con humildad, y así es como se hacen las grandes cosas en la vida.


Moraleja: Lo único que el hombre debería tener en exceso es la humildad (anónimo).


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